domingo, 15 de julio de 2007

México con el tercer puesto


Un merecedor puesto
México se quedó con la tercera plaza

El invitado de la CONCAFAC volvió a demostrar su buen fútbol
y se quedó con el tercer lugar de la copa América a expensas de
Uruguay tres goles a uno


Con excepción de Argentina, la selección de México venció a las principales fuerzas del balompié regional y se fue con un festejado tercer puesto en la Copa América 2007 ante un Uruguay, bicampeón mundial y 14 veces ganador del principal torneo del continente americano a nivel de selecciones, fue la última víctima de México que le ganó 3-1 el sábado en Caracas por el tercer lugar.

Antes, México derrotó al pentacampeón mundial Brasil por 2-0 y también se deshizo de dos animadores permanentes de las últimas copas mundiales como Ecuador (2-1) y Paraguay (6-0), en este último caso en los cuartos de final.

"Ganar a esos equipos dice que nos estamos ganando ese honor que nos están calificando como la tercera fuerza del continente", dijo el técnico de México Hugo Sánchez tras la victoria ante Uruguay.

"Y esa es una responsabilidad que nos gusta y en un tiempo no lejano podemos aspirar a vencer a Brasil y Argentina y así poder ganar la copa", agregó el timonel.

Argentina frenó los sueños de grandeza de México al ganarle 3-0 en las semifinales, tal como lo había hecho en los octavos en el mundial de Alemania 2006 cuando lo doblegó 2-1.

"La conclusión de este torneo es positivo; el equipo fue de menos a más", dijo Sánchez tras la victoria ante Uruguay.

Y así fue un equipo que llegó a escasos días del inicio y con una derrota ante los Estados Unidos en la Copa de Oro, hizo que la prensa mexicana criticase al combinado que dirige Sánchez e inclusive de esta actuación dependería el puesto de la otrora figura del combinado azteca, quien llegó precedido de darle a México el lugar que merece en el fútbol.

México arrancó con las victorias ante Brasil y Ecuador y terminó su participación en su zona con un empate 0-0 ante Chile. Luego destrozó a Paraguay, cayó ante Argentina y se despidió ante Uruguay con la cabeza en alto.

"Este tercer lugar es un privilegio y una distinción, y además demuestra que México va por el buen camino", dijo Sánchez.

"Quedamos detrás de Argentina y Brasil y ojalá sigamos en esta línea ascendente para poder vencer a esos equipos en un futuro", afirmó.

Para Omar Bravo el proceso mexicano recién empieza ya que Sánchez apenas lleva poco más de seis meses en el cargo.

"Hay que adaptarse al proceso, al estilo, uno debe tener la capacidad para acoplarse", dijo Bravo, autor del segundo gol de México ante Uruguay, para el triunfo que completaron Cuauhtémoc Blanco, de penal y Andrés Guardado.

Según el arquero Guillermo Ochoa, los mexicanos "nos vamos tranquilos, contentos, satisfechos. Con la cabeza en alto de que se hizo un buen torneo, se hicieron buenos partidos y se lograron buenos resultados y el fútbol realizado le agradó a la gente que salió contenta".

En las Copas Américas que los aztecas han participado han estado disputando dos finales (la primera ante Argentina y la segunda ante Colombia) y a estado involucrada entre los primeros cuatro en las invitaciones recibidas.

Batallo con la moral en alto

Caracas, capital de Venezuela se preparó para recibir el único encuentro que disputaría el tercer puesto de la copa, luego de problemas ajenos que impidieron que la capital recibiera otro partido, se vistió con sus mejores trajes y recibió a dos equipos que comenzaron a dar un buen espectáculo.

Pero las cosas no comenzaron bien para Uruguay, quien perdió a su capitán Diego Lugano a los 38 minutos del primer tiempo, cuando cometió una falta en el área y se decretaría penal. Por lo que los aztecas tuvieron 55 minutos para sentenciar el tercer puesto.

Sebastián Abreu puso en ventaja a Uruguay a los 22 minutos e igualó Cuauhtémoc Blanco, de penal, a los 38, con la falta de Lugano; Omar Bravo a los 68 y Andrés Guardado a los 76 le dieron el triunfo al Tri.

Dentro de un primer tiempo bastante dinámico y entretenido, Uruguay fue apenas superior ante un México que al principio arriesgó poco y que levantó sobre el final.

Sin arredrarse por estar con uno menos, Uruguay mantuvo su vocación de ataque y tuvo dos ocasiones para desnivelar con sendos cabezazos de Andrés Scotti, lanzado desde el fondo de la defensa: El primero se lo atajó Ochoa y el otro se fue apenas desviado.

Por ser un partido sin demasiado compromiso, fue evidente que las obsesiones tácticas quedaron de lado y eso se evidenció en que se jugó abierto y casi sin marcas personales, aunque al mexicano Nery Castillo los defensores le hicieron sentir el rigor en sus tobillos.

Apenas despuntó el complemento, desde las tribunas empezó a cantarse por abrumadora mayoría "¡Fuera...Fuera!", sin que haya habido ninguna acción brusca en la cancha.

El destinatario del repudio fue el alcalde de Caracas, Juan Barreto, quien hizo su ingreso al estadio Olímpico en medio de una fuerte custodia. Con el público entretenido durante varios minutos en abuchear a Barreto, dentro del campo de juego no pasaba nada de nada, salvo un débil remate de Ramón Morales a las manos de Carini.

Por entonces, el partido era más que monótono por lo que Barreto prosiguió convertido en figura, en medio de algunas escaramuzas entre la policía y los espectadores.


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