Adquirieron a Renteria, Cabrera, Willis y Jones
Detroit apunta a la Serie Mundial
Los Tigres de Detroit han sorprendido en estas primeras de cambio al adquirir varios jugadores y se muestran desde ya como los favoritos para ganar la Serie Mundial. La presencia de Miguel Cabrera, Jacque Jones, Dontrelle Willis y Edgar Renteria, le dan renovación al club. Ya no han miembros de aquel equipo que perdió hace cuatro años 114 encuentros.
Sin ser un manager del béisbol y un conocedor de la materia yo presentaria este line - up en la temporada 2008.
Placido Polanco (2B), Edgar Renteria (SS), Miguel Cabrera (3B), Magglio Ordoñez (RF), Gary Sheffield (BD), Carlos Guillen (1B), Jacque Jones (LF), Ivan Rodríguez (C), Curtis Granderson (CF).
Nada mal para un equipo que esta aspirando conquistar la Serie Mundial que no consiguen desde 1984 y que hace dos años perdieron ante San Luis. De ese line-up no hay un miembro que quede de aquel equipo que hace cuatro años perdió más de 100 encuentros, bueno, tal vez Brandon Inge, tercera base que con la presencia de Cabrera será cambiado en un momento a otro.
Y que hablar de la rotación: Justin Verlarder, Nate Robertston, Dontrelle Willis, Jeremy Bonderman y Kenny Rogers, puros ganadores de 15 o más encuentros probados. La consigna es clara Serie Mundial.
Pero de todos los ingredientes que intervinieron en esta extravaganza, ninguno fue más sorprendente que el poco tiempo que tomó el lograrlo.
Unas pocas horas. Eso fue todo. La mitad de la mañana del martes, y parte de la tarde. Acuerdo logrado.
¿Cómo pudo haber sido tan fácil? ¿Cómo algo tan complicado como esto se pudo lograr tan rápido? Y si fue tan simple, ¿cómo es que nadie más lo pudo lograr?
"Quizás dimos a cambio demasiados jugadores," dijo riéndose el gerente de los Tigres Dave Dombrowski, luego de anunciar oficialmente el cambio el miércoles. "No lo sé."
Si, es cierto que los Tigres realmente dieron un gran número de jugadores en este acuerdo -- protagonizado por dos piezas centrales, el jardinero central Cameron Maybin y el lanzador Andrew Miller. Pero Dombrowski dijo que no puede entender la razón por la cual la gente piensa que él debió haber ofrecido menos.
"Se que hay una corriente de pensamiento en el juego en estos días -- y en gran medida estoy de acuerdo con ella -- de que uno no debe ceder prospectos," dijo el gerente. "Pero no necesariamente concuerdo totalmente con ella. Si uno no cede jugadores, no vas a obtener jugadores. No se donde comenzó eso, donde uno obtiene jugadores que son buenos jugadores sin dar nada a cambio. Eso no sucede."
Oye, que clase de concepto. Uno quiere buenos jugadores, ¿así que uno debe ceder buenos jugadores? Increíble. ¿Cuáles son las posibilidades de que una idea loca como esa logre ser aceptada?
"Uno puede ser criticado," dijo Dombrowski. "Pero esa es la manera en que funciona. Creo que es más importante lo que obtienes. ... Si uno está contento con lo que obtiene, entonces uno hará movidas como esa."
Bueno, henos aquí, apenas par de semanas antes de la Navidad, y digamos que Santa no tendrá que preocuparse por leer una extensa lista de 98 peticiones de parte de ese equipo en Detroit. Los Tigres aparentan estar entre contentos y eufóricos con lo que obtuvieron -- no sólo en este acuerdo en particular, sinó en toda su temporada muerta que ha estado más viva que nunca.
Ellos hicieron este otoño lo que Dombrowski sabe hacer mejor -- enfocarse en lo que él piensa que necesita y conseguirlo. No murmurarlo, ni ponderarlo y debatirlo, y sopesarlo o reflexionar sobre eso. Sólo hacerlo.
Así que a 30 segundos de haberse acabado la Serie Mundial consiguió en cambio a Edgar Renteria. Trajo de vuelta a su cerrador, Todd Jones. Luego consiguió en cambio al jardinero Jacques Jones. Y luego trajo de vuelta al abridor Kenny Rogers.
Y eso fue antes de llegar a las reuniones invernales. En las que la delegación de los Tigres se veían a sí mismos jugando, viendo TV y pasándola bien -- porque, en palabras de Dombrowski, "Pienso que estamos listos."
Epa. Quizás no.
El regalo menos esperado
Todo gracias a una llamada telefónica que el gerente recibió del dueño del equipo, Mike Illitch, un par de días atrás, el Día de Acción de Gracias. Parece que Illitch estaba viendo las páginas deportivas y vió algo acerca de que este tipo Miguel Cabrera estaba disponible.
Illitch levantó el telefóno e hizo algo que su gerente dice que nunca había hecho en los seis años que llevan trabajando juntos.
"Me llamó a mi casa y me dijo, 'Sabes, es un buen nombre,' " según Dombrowski recordó el miércoles. "Y dije, 'Si, es un buen nombre.' Y él dijo, 'Bueno, sólo te tenía que mencionar su nombre, porque parece que podría ser un gran jugador para nosotros.' Y yo dije, 'Si, lo sería.' "
Pero Dombrowski pensó además que debía mencionar algo más -- que los Tigres ya habían llegado a su techo salarial. Y que Cabrera probablemente no iba a estar dispuesto a trabajar por 10 dólares la hora.
Para su sorpresa, Illitch contesto: "Bueno, quizás podamos ver alguna manera de que esto funcione."
Obviamente, el gerente pensó que era un sentimiento tremendo. Pero aun en ese entonces, en la parte de atrás de su mente, estaba pensando, "No creo que sea realista."
Sin embargo, para la noche del lunes, a medida que la gerencia de los Tigres comenzaba a soltar ideas, comenzaron a preguntarse si la idea se hacía realidad con cada minuto que pasaba.
Dombrowski dijo a su grupo que aún cuando habían logrado todo lo que habían pensado hacer, iba a tirar algunas nuevas ideas --y "ellos pensarían que estoy loco, pero veremos si nos podemos mejorar aun más." Y fue en esa sesión que el nombre de Cabrera salió nuevamente a relucir.
Ellos sabían que el acuerdo de los Marlins con los Angelinos no se había cuadrado. Así que uno de los más fieles asistentes de Dombrowski, Al Avila, llamó a uno de sus contrapartes en Florida, Mike Hill, para preguntarle lo que tomaría el lograr un cambio por Cabrera.
Hill mencionó los nombres de Cameron y Maybin. Avila dijo que los Tigres no estaban demasiado entusiasmados en cambiarlos, y menos a los dos a la vez.
Pero la cosa se iba moviendo. Así que a la mañana siguiente, los Marlins -- otro equipo que ha logrado dominar el arte de tomar decisiones (y acuerdos) -- llamaron de vuelta y propusieron un cambio de ocho jugadores:
Lo que en efecto se convirtió en el cambio exacto -- milagro de milagros que estos equipos terminarían cuadrando varias horas más tarde.
Y cuando los Tigres se comunicaron con ellos en la tarde, ellos no titubearon. No se pusieron a jugar. No trataron de sustituir algún nombre de la Liga Estatal de Florida por algún otro nombre de la Liga del Este.
Sólo dijeron que sí. Lo harían.
"Sabes, mi hijo tiene 7 años," dijo Dombrowski. "Y me dijo el año pasado, 'Oye papá, deseo que los Tigres consigan a Albert Pujols.' Y yo le dije, 'Oye, eso sería grandioso.' Y él me dijo 'Pienso que debes cambiar a Ramón Santiago por él
Armados para triunfar
Obtener lo que necesitas y por lo que otro equipo puede afrontar, entonces es posible hacerlo. Así de sencillo. Dombrowski sabe que ha debilitado su sistema de fincas, tanto con este cambio como con el de los Bravos que trajo a Rentería. y "no está contento acerca de eso," según admitió.
"Mira, quisiera tener el mismo equipo y también los mismos prospectos," dijo Dombrowski. "Pero eso no es posible."
Lo que si fue posible, fue lograr un cambio que hizo a los Tigres uno de los mejores tres equipos en todo el béisbol.
Con lo que quizás sea la mejor alineación de todo el deporte.
Con cinco lanzadores abridores que han lanzado 200 entradas en al menos una de las últimas dos temporadas.
Con un mánager (Jim Leyland) que ha logrado domar un roster de alto octanaje como este tan bien como cualquier otro mánager.
Y con un dueño que ahora espera poder gastar lo que tenga que gastar para mantener a su nuevo antesalista de 24 años y cuatro veces Todos Estrellas por muchos años.
Así que aquellos que dicen que los Tigres hicieron este cambio para ganar ahora, o antes de que se acabe su mítica ventana de dos años, Dombrowski les responde: "Hicimos este cambio para ganar ahora. Digo, eso es obvio. Construímos este equipo para ganar. ...Hemos adquirido a Edgar Renteria, Dontrelle Willis y Miguel Cabrera. Y no hemos cambiado un solo jugador que pensemos que estaría en nuestro equipo este próximo año para comenzar en el cuadro regular. Eso no es fácil de lograr. ...
"Sin embargo, no me creo la idea de que uno está en una posición donde sólo puedes ganar por par de años. Uno sólo puede ganar con este equipo por par de años. Pero eso no significa que esta pieza no pueda llevar a aquella otra pieza. Y una vez uno es exitoso y tiene una fuente de ingresos, uno puede reemplazar jugadores. La gente está más abierta a firmar con tu equipo. ...Así que es una situación de año en año So it's a year-to-year situation."
Ah, y de paso, Dombrowski añadió, "Hemos hecho este cambio y nos hemos vuelto más jóvenes."
Oh, Cierto. Cabrera tiene sólo 24 años. Willis tiene sólo 25. Ellos no son exactamente ancianos.
Así que, ¿llegaron ellos y los Tigres tienen la victoria garantizada? Bueno, no. ¿Tienen asegurada la corona de su división? Bueno, no. ¿Todo lo que tienen que hacer es presentarse y ver como le salen las cosas? Bueno, de nuevo, no.
Pero piensen adonde Illitch, Dombrowski, Leyland y sus compañeros han llevado ya esta franquicia. Hace apenas año y medio, los Tigres no tenían una temporada ganadora desde 1993. Y ahora son los Yankees del Medio Oeste.
Detroit apunta a la Serie Mundial
Los Tigres de Detroit han sorprendido en estas primeras de cambio al adquirir varios jugadores y se muestran desde ya como los favoritos para ganar la Serie Mundial. La presencia de Miguel Cabrera, Jacque Jones, Dontrelle Willis y Edgar Renteria, le dan renovación al club. Ya no han miembros de aquel equipo que perdió hace cuatro años 114 encuentros.
Sin ser un manager del béisbol y un conocedor de la materia yo presentaria este line - up en la temporada 2008.
Placido Polanco (2B), Edgar Renteria (SS), Miguel Cabrera (3B), Magglio Ordoñez (RF), Gary Sheffield (BD), Carlos Guillen (1B), Jacque Jones (LF), Ivan Rodríguez (C), Curtis Granderson (CF).
Nada mal para un equipo que esta aspirando conquistar la Serie Mundial que no consiguen desde 1984 y que hace dos años perdieron ante San Luis. De ese line-up no hay un miembro que quede de aquel equipo que hace cuatro años perdió más de 100 encuentros, bueno, tal vez Brandon Inge, tercera base que con la presencia de Cabrera será cambiado en un momento a otro.
Y que hablar de la rotación: Justin Verlarder, Nate Robertston, Dontrelle Willis, Jeremy Bonderman y Kenny Rogers, puros ganadores de 15 o más encuentros probados. La consigna es clara Serie Mundial.
Pero de todos los ingredientes que intervinieron en esta extravaganza, ninguno fue más sorprendente que el poco tiempo que tomó el lograrlo.
Unas pocas horas. Eso fue todo. La mitad de la mañana del martes, y parte de la tarde. Acuerdo logrado.
¿Cómo pudo haber sido tan fácil? ¿Cómo algo tan complicado como esto se pudo lograr tan rápido? Y si fue tan simple, ¿cómo es que nadie más lo pudo lograr?
"Quizás dimos a cambio demasiados jugadores," dijo riéndose el gerente de los Tigres Dave Dombrowski, luego de anunciar oficialmente el cambio el miércoles. "No lo sé."
Si, es cierto que los Tigres realmente dieron un gran número de jugadores en este acuerdo -- protagonizado por dos piezas centrales, el jardinero central Cameron Maybin y el lanzador Andrew Miller. Pero Dombrowski dijo que no puede entender la razón por la cual la gente piensa que él debió haber ofrecido menos.
"Se que hay una corriente de pensamiento en el juego en estos días -- y en gran medida estoy de acuerdo con ella -- de que uno no debe ceder prospectos," dijo el gerente. "Pero no necesariamente concuerdo totalmente con ella. Si uno no cede jugadores, no vas a obtener jugadores. No se donde comenzó eso, donde uno obtiene jugadores que son buenos jugadores sin dar nada a cambio. Eso no sucede."
Oye, que clase de concepto. Uno quiere buenos jugadores, ¿así que uno debe ceder buenos jugadores? Increíble. ¿Cuáles son las posibilidades de que una idea loca como esa logre ser aceptada?
"Uno puede ser criticado," dijo Dombrowski. "Pero esa es la manera en que funciona. Creo que es más importante lo que obtienes. ... Si uno está contento con lo que obtiene, entonces uno hará movidas como esa."
Bueno, henos aquí, apenas par de semanas antes de la Navidad, y digamos que Santa no tendrá que preocuparse por leer una extensa lista de 98 peticiones de parte de ese equipo en Detroit. Los Tigres aparentan estar entre contentos y eufóricos con lo que obtuvieron -- no sólo en este acuerdo en particular, sinó en toda su temporada muerta que ha estado más viva que nunca.
Ellos hicieron este otoño lo que Dombrowski sabe hacer mejor -- enfocarse en lo que él piensa que necesita y conseguirlo. No murmurarlo, ni ponderarlo y debatirlo, y sopesarlo o reflexionar sobre eso. Sólo hacerlo.
Así que a 30 segundos de haberse acabado la Serie Mundial consiguió en cambio a Edgar Renteria. Trajo de vuelta a su cerrador, Todd Jones. Luego consiguió en cambio al jardinero Jacques Jones. Y luego trajo de vuelta al abridor Kenny Rogers.
Y eso fue antes de llegar a las reuniones invernales. En las que la delegación de los Tigres se veían a sí mismos jugando, viendo TV y pasándola bien -- porque, en palabras de Dombrowski, "Pienso que estamos listos."
Epa. Quizás no.
El regalo menos esperado
Todo gracias a una llamada telefónica que el gerente recibió del dueño del equipo, Mike Illitch, un par de días atrás, el Día de Acción de Gracias. Parece que Illitch estaba viendo las páginas deportivas y vió algo acerca de que este tipo Miguel Cabrera estaba disponible.
Illitch levantó el telefóno e hizo algo que su gerente dice que nunca había hecho en los seis años que llevan trabajando juntos.
"Me llamó a mi casa y me dijo, 'Sabes, es un buen nombre,' " según Dombrowski recordó el miércoles. "Y dije, 'Si, es un buen nombre.' Y él dijo, 'Bueno, sólo te tenía que mencionar su nombre, porque parece que podría ser un gran jugador para nosotros.' Y yo dije, 'Si, lo sería.' "
Pero Dombrowski pensó además que debía mencionar algo más -- que los Tigres ya habían llegado a su techo salarial. Y que Cabrera probablemente no iba a estar dispuesto a trabajar por 10 dólares la hora.
Para su sorpresa, Illitch contesto: "Bueno, quizás podamos ver alguna manera de que esto funcione."
Obviamente, el gerente pensó que era un sentimiento tremendo. Pero aun en ese entonces, en la parte de atrás de su mente, estaba pensando, "No creo que sea realista."
Sin embargo, para la noche del lunes, a medida que la gerencia de los Tigres comenzaba a soltar ideas, comenzaron a preguntarse si la idea se hacía realidad con cada minuto que pasaba.
Dombrowski dijo a su grupo que aún cuando habían logrado todo lo que habían pensado hacer, iba a tirar algunas nuevas ideas --y "ellos pensarían que estoy loco, pero veremos si nos podemos mejorar aun más." Y fue en esa sesión que el nombre de Cabrera salió nuevamente a relucir.
Ellos sabían que el acuerdo de los Marlins con los Angelinos no se había cuadrado. Así que uno de los más fieles asistentes de Dombrowski, Al Avila, llamó a uno de sus contrapartes en Florida, Mike Hill, para preguntarle lo que tomaría el lograr un cambio por Cabrera.
Hill mencionó los nombres de Cameron y Maybin. Avila dijo que los Tigres no estaban demasiado entusiasmados en cambiarlos, y menos a los dos a la vez.
Pero la cosa se iba moviendo. Así que a la mañana siguiente, los Marlins -- otro equipo que ha logrado dominar el arte de tomar decisiones (y acuerdos) -- llamaron de vuelta y propusieron un cambio de ocho jugadores:
Lo que en efecto se convirtió en el cambio exacto -- milagro de milagros que estos equipos terminarían cuadrando varias horas más tarde.
Y cuando los Tigres se comunicaron con ellos en la tarde, ellos no titubearon. No se pusieron a jugar. No trataron de sustituir algún nombre de la Liga Estatal de Florida por algún otro nombre de la Liga del Este.
Sólo dijeron que sí. Lo harían.
"Sabes, mi hijo tiene 7 años," dijo Dombrowski. "Y me dijo el año pasado, 'Oye papá, deseo que los Tigres consigan a Albert Pujols.' Y yo le dije, 'Oye, eso sería grandioso.' Y él me dijo 'Pienso que debes cambiar a Ramón Santiago por él
Armados para triunfar
Obtener lo que necesitas y por lo que otro equipo puede afrontar, entonces es posible hacerlo. Así de sencillo. Dombrowski sabe que ha debilitado su sistema de fincas, tanto con este cambio como con el de los Bravos que trajo a Rentería. y "no está contento acerca de eso," según admitió.
"Mira, quisiera tener el mismo equipo y también los mismos prospectos," dijo Dombrowski. "Pero eso no es posible."
Lo que si fue posible, fue lograr un cambio que hizo a los Tigres uno de los mejores tres equipos en todo el béisbol.
Con lo que quizás sea la mejor alineación de todo el deporte.
Con cinco lanzadores abridores que han lanzado 200 entradas en al menos una de las últimas dos temporadas.
Con un mánager (Jim Leyland) que ha logrado domar un roster de alto octanaje como este tan bien como cualquier otro mánager.
Y con un dueño que ahora espera poder gastar lo que tenga que gastar para mantener a su nuevo antesalista de 24 años y cuatro veces Todos Estrellas por muchos años.
Así que aquellos que dicen que los Tigres hicieron este cambio para ganar ahora, o antes de que se acabe su mítica ventana de dos años, Dombrowski les responde: "Hicimos este cambio para ganar ahora. Digo, eso es obvio. Construímos este equipo para ganar. ...Hemos adquirido a Edgar Renteria, Dontrelle Willis y Miguel Cabrera. Y no hemos cambiado un solo jugador que pensemos que estaría en nuestro equipo este próximo año para comenzar en el cuadro regular. Eso no es fácil de lograr. ...
"Sin embargo, no me creo la idea de que uno está en una posición donde sólo puedes ganar por par de años. Uno sólo puede ganar con este equipo por par de años. Pero eso no significa que esta pieza no pueda llevar a aquella otra pieza. Y una vez uno es exitoso y tiene una fuente de ingresos, uno puede reemplazar jugadores. La gente está más abierta a firmar con tu equipo. ...Así que es una situación de año en año So it's a year-to-year situation."
Ah, y de paso, Dombrowski añadió, "Hemos hecho este cambio y nos hemos vuelto más jóvenes."
Oh, Cierto. Cabrera tiene sólo 24 años. Willis tiene sólo 25. Ellos no son exactamente ancianos.
Así que, ¿llegaron ellos y los Tigres tienen la victoria garantizada? Bueno, no. ¿Tienen asegurada la corona de su división? Bueno, no. ¿Todo lo que tienen que hacer es presentarse y ver como le salen las cosas? Bueno, de nuevo, no.
Pero piensen adonde Illitch, Dombrowski, Leyland y sus compañeros han llevado ya esta franquicia. Hace apenas año y medio, los Tigres no tenían una temporada ganadora desde 1993. Y ahora son los Yankees del Medio Oeste.
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