Vinotinto de alternativas
Los dos compromisos efectuados por la selección Nacional ante Haití despejaron dudas de los posibles jugadores que tendrá el técnico César Faría de cara a las eliminatorias al mundial de 2010 que arrancara en junio.
Esta semana arrancó de manera formal el inicio de César Faría como entrenador de Venezuela, fueron siete años de evolución que vivió nuestro fútbol de la mano de Richard Páez quien nos hizo soñar que esta selección pudiera llegar a un mundial, atrás quedó el mito de ser cenicientas, ahora con nuevo entrenador y en el momento justo se comienza un nuevo proceso que busca oxigenar a nuestra selección y evitar depender de ciertos jugadores que dieron el alto por su camiseta, es la hora de los nuevos valores que buscan a grito su inclusión y cabida en el nuevo proceso vinotinto.
Aunque fueron dos partidos amistosos lo vivido por Venezuela ante una selección de Haití que no representaba mayor peligro, así fue el primer encuentro ganaron por la mínima diferencia con gol de Jorge Rojas, mientras que el segundo igualaron a uno con tanto de Alexander Rondón que volvía a la selección desde el 2004.
Los resultados permitieron al cuerpo técnico analizar las fallas y corregir ciertas jugadas que permitirán reencontrar a esta nueva selección en su nueva etapa que tendrá a Juan Arango como su capitan.
Dar paso a una nueva era
Aún y con todo el respeto que César Farías le tiene al proceso de Richard Páez y a todo lo que este significó y seguirá significando para el fútbol venezolano, el técnico oriental quiere separarse de esa historia y construir su propio camino.
Dejar a un lado el fútbol previsible de la última parte de la era Páez e insistir en buscar un equipo más ofensivo, más capaz y con mayor sorpresa, es parte de la idea fundamental de este nuevo proceso.
La idea de conseguir un equipo más compacto, con menos espacio en sus líneas, con jugadores de mayor proyección y con un ataque de mayor peso, son los puntos claves del cambio.
Y eso, a los ojos del aficionado común, quizás no se vea rápidamente, pero para aquellos que vieron trabajar al grupo, se sabe que los resultados vendrán de la mano de la capacidad que tengan los ejecutores. El plan está en proceso y sólo faltará que se cumpla a cabalidad.
Conseguir más ritmo futbolístico, mayor manejo de la pelota, mayor agresividad ante el área rival, no es cosa de un día para el otro. A este grupo le falta mucho trabajo y no es porque ahora no lo tenga sino porque sí quieren cambiar de verdad, las ideas sólo se consolidarán si el trabajo queda arraigado.